Archivo para la categoría ‘Orientación a Padres’

feb
5

DETECCIÓN, EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN EN NIÑOS CON ALTAS CAPACIDADES

El pasado 30 y 31 de Enero contamos en nuestro Centro con la presencia de Dª Montserrat Expósito, Licenciada en Ciencias de la Educación y Coordinadora del Programa de Enriquecimiento Altas Capacidades de la Comunidad de Madrid, para formarnos y acercarnos más al campo de las Altas Capacidades.

Montserrat habló de las diferencias entre Alta Capacidad, talento, alta capacidad cognitiva y desarrollo precoz y de las confusiones que generan todos estos conceptos a la hora de dar un diagnóstico de Alta Capacidad. Desterró mitos que se tienen sobre las características de estos niños, como por ejemplo falsos indicadores de Alta Capacidad, como es un elevado rendimiento académico. Además de la importancia que tiene el equilibrio entre una Alta Capacidad y el Desarrollo Emocional y Social

Se profundizó en la evaluación de Altas Capacidades llegando a la conclusión de que una adecuada valoración debe hacerse en relación con el contexto escolar, con el contexto social, con el contexto familiar y con el propio niño. En los Centros Escolares, de manera preventiva, se realiza un primer filtro en el aula, donde hay que prestar especial importancia a la colaboración y el conflicto que puede traer esto con las familias y por supuesto a la formación que deben tener los profesores. Por otro lado, se trataron los diferentes problemas que puede traer una inadecuada valoración y, por tanto, una falsa detección de Alta Capacidad.

Al final del día se habló de la respuesta educativa que hay que tomar ante un caso de un niño con Altas Capacidades, atendiendo a los recursos que tienen los centros escolares, equipos de orientación y los profesores.

Para terminar, la ponente profundizó en el Programa de Enriquecimiento Altas Capacidades de la Comunidad de Madrid.

Clara Uceda de la Fuente

Psicóloga

EQUIPO ILD Psicología

nov
28

GUÍA PARA NIÑOS Y NIÑAS CON TDAH

Para todos aquellos padres con niños/as con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad,  la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) ha editado una Guía para niños y niñas con TDAH.
En esta guía se ofrece información sobre el trastorno así como pautas para mejorar la convivencia en casa adoptando una actitud positiva dentro de una dinámica familiar organizada y estructurada y orientaciones para favorecer su atención y autocontrol emocional, mejorar su autoestima y relaciones sociales.
También se habla de la importancia de la colaboración entre la familia y el centro escolar para un buen desarrollo del/la niño/a con TDAH.

DESCARGAR GUÍA

oct
13

Cómo estimular la lectura. Leyendo a su hijo

En ocasiones, a los padres nos surge la duda acerca de cómo motivar e incrementar el interés por la lectura en los niños. En nuestra entrada de hoy intentaremos dar unas ideas generales de qué poder hacer una vez que los niños ya se han iniciado en el aprendizaje de la lectura.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que será mucho más fácil que los niños estén interesados en la lectura si desde edades muy tempranas nos sentamos con ellos y les leemos todo tipo de cuentos ajustados a su edad.

Lo que podemos hacer:

  1. Leer con el niño todos los días.  Es importante elegir el momento; el niño debe estar tranquilo y no debe haber muchos estímulos a su alrededor. Un momento ideal es en la cama antes de acostarse ya que ayuda a disminuir la actividad del niño y favorece también la conciliación del sueño.
  2. Leer lentamente mostrando placer y entusiasmo. Exagerar la entonación, poner diferentes voces según los personajes hará su hijo viva la historia más intensamente. Leer no es aburrido ¡Diviértanse!
  3. Elegir libros apropiados al desarrollo de su hijo. Gradualmente se pueden introducir libros más complejos, pero sigan disfrutando del los libros favoritos más simples.
  4. Dejar que el niño escoja el libro que quiere leer.
  5. Señalar los dibujos a medida que se habla sobre ellos.
  6. Permitir al niño que coja el libro y que pase las hojas.
  7. Aunque el niño ya sepa leer es interesante, en alguna ocasión, elegir libros de imágenes que ayuden a la creación de historias.
  8. Hagan reparto de personajes. Cada uno leerá unos personajes y al niño no se le hará tan pesado sobre todo si está en etapas muy iniciales. Es normal que se cansen.
  9. Inventarse una historia para poder escribirla después y leerla. Pueden también hacer dibujos de esa historia y dársela a leer a familiares y amigos.
  10. Guardar los libros y revistas, tanto los de lo niños como los de los adultos, en lugares accesibles y visibles de la casa.
  11. Sirva de modelo. Lea de forma regular para que su hijo pueda ver que usted también disfruta con la lectura.
  12. Visite la biblioteca más cercana y lleve libros a casa elegidos por los niños. Cuando van les hace mucha ilusión.

Estas son algunas recomendaciones que pueden tener en cuenta a la hora de leer con su hijo, hay muchas más, no son las únicas, ustedes deben elegir las que mejor se ajusten a su hijo para conseguir el objetivo que nos proponemos.

Sara Culebras Yagüe

Pedagoga

Equipo ILD Psicología

jun
10

UN PEQUEÑO MUNDO- BLOG SOBRE AUTISMO

Desde hace algunos años, en ILD Psicología venimos apostado por los avances tecnológicos como recurso complementario para mejorar las terapias de los niños con dificultades que vemos en consulta. Es un hecho que si unimos diferentes metodologías en los tratamientos, éstos producen menos fatiga en el niño y aumentan su motivación.

Por eso, y como centro dedicado a la formación de profesionales desde hace más de 20 años, nos proponemos apoyar las iniciativas tecnológicas, y más si provienen de nuestros propios alumnos.

El objetivo de la entrada de hoy es presentar un blog que nos ha llamado mucho la atención por su sencillez y originalidad. Nuestra alumna del curso de experto de este año, Mª Del Mar Gómez Encinas, ha creado un blog dedicado al autismo que pretende, a través de una original historia, hacernos entender en qué consiste y cuáles son sus características más comunes.

Os animamos a verlo y seguirlo, en ILD ya lo estamos haciendo…….

UN PEQUEÑO MUNDO

ILD Psicología

may
8

LA ESTRESANTE VIDA DEL NIÑO

Con este “ripio” tratamos de poner el foco en la vida cotidiana del niño, aquella en la que parece que todo va sobre ruedas y se desarrolla según el plan establecido.

Se sabe que a los niños les afectan las enfermedades, el divorcio, las situaciones traumáticas… pero se presta poca atención a las fuentes cotidianas de estrés que tienen efectos en el niño a largo plazo, como la sobreestimulación, la búsqueda del éxito y la competitividad.

Los padres muy preocupados por el éxito o en crear niños más competentes pueden provocar unas actitudes y conceptos en el niño que les generarán estrés en el futuro.

Si tienes un trabajo que te ocupa mucho tiempo y energía, si has pensado que siempre tienes prisa y echas de menos disponer de un tiempo que no tenga una tarea asignada. Reflexiona y no dejes que le suceda lo mismo a tu hijo.

Estos son cinco consejos para evitarlo.

  • Es conveniente estimular al niño con diferentes actividades pero no todas  la vez. Niños saturados por exceso de clases extraescolares y sin tiempo libre, viven una situación que les genera estrés.
  • A la hora de selecciona estas clases hay que prestar atención a las capacidades e intereses del niño para proponer una actividad. Buscad aquellas con las que disfrute y desarrolle un aprendizaje, por el placer de aprender, no sólo por el resultado. No es conveniente buscar necesariamente el premio, la nota alta o la competitividad.
  • Conviene evitas las prisas que genera el hacer muchas cosas y llegar a tiempo a las diferentes actividades extraescolares. Favorecer el tiempo libre en el niño para que pueda jugar sin la planificación de un adulto y desarrollar su creatividad.
  • Buscar momentos de tranquilidad y tiempo libre con el niño para que aprenda a disfrutar de las pequeñas cosas que tiene alrededor. Es la oportunidad de hablar con el niño, demostrarle cariño y darle el apoyo que necesita.
  • Buscar apoyos sociales, de otros padres, amigos, familia que pueda ayudar a los padres y proporcionar al niño otras experiencias con otros niños o adultos que pueden ser también enriquecedoras.

EQUIPO ILD PSICOLOGÍA

feb
21

ANSIEDAD POR SEPARACIÓN: CÓMO INTERVENIR

Desde ILD Psicología afrontamos los casos de nuestros pacientes desde una óptica cognitivo conductual lo que marca la línea de tratamiento precisa para cada caso.

Cuando nos hicimos cargo de María, una niña nepalí de 3 años adoptada a los 11 meses, diagnosticamos un trastorno de ansiedad por separación de la madre que confluía con características temperamentales como una baja tolerancia a la frustración, ansiedad e inhibición, y un tipo parental inconsistente, factores que habían influido negativamente en el mantenimiento de las conductas problemáticas y el proceso de formación del vínculo.

El entrenamiento de los padres fue la pieza clave de la intervención, se trabajó con ellos en sesión con su hija y de forma independiente en sesiones de padres. Se realizaron sesiones semanales de una hora de duración hasta que los avances permitieron bajar su frecuencia a quincenal.

Los objetivos que nos planteamos fueron:

  • Disminución de la respuesta de ansiedad de la niña por aproximaciones sucesivas.
  • Entrenamiento de los padres en sesión en el refuerzo discriminatorio de las conductas positivas y en la extinción de los comportamientos inadecuados.
  • Se utilizó la técnica de modelado de conductas apropiadas y se proporcionó habilidades de afrontamiento antes las experiencias estresantes de la niña.
  • Técnicas cognitivas de control de la ansiedad en los padres ante las situaciones de estrés.
  • Ajustar expectativas en relación al momento de desarrollo en el que se encuentra la niña y respecto al proceso de establecimiento del vínculo.
  • Proporcionar normas de conducta adecuadas en casa y en el colegio.

La ansiedad por separación afecta a lo 40% de la población infantil y en el caso de María no había una única causa sino que se combinaban factores genéticos, psicológicos y sociales. Las respuestas de los padres permitían que se mantuvieran los comportamientos problemáticos de la niña al tiempo que el estilo protector favorecía conductas dependientes. La propia ansiedad de los padres reforzaba de una manera involuntaria la ansiedad de la niña, por lo cual se proporcionaron recursos para manejar la ansiedad en base a la información recogida por los padres en registros de conducta realizados semanalmente. También se trabajó con los padres la necesidad de desarrollar expectativas apropiadas a la capacidad de la niña y de favorecer el establecimiento de límites, demostrándoles en sesión la capacidad de la niña para resolver distintas situaciones con éxito.

Se enseñó a los padres a reforzar positivamente la conducta adecuada de la niña y se les mostró el uso de la extinción para disminuir o eliminar las conductas inadecuadas, por último se les hizo reflexionar sobre la necesidad de poner límites y se dieron pautas para ello:

  • Ser firmes.
  • Poner normas claras.
  • Formular pautas de manera positiva.
  • Ser consistentes.
  • Explicar de forma breve y ajustad a la edad el porqué de las normas.
  • Al castigar, desaprobar el comportamiento no a la niña.

Para la intervención de madre e hija se fijaron dos citas semanales de 30 minutos de duración y se trabajaron estos puntos.

  • Listados de refuerzos.
  • Aproximaciones sucesivas a la separación de la madre.
  • Jerarquía de situaciones en función de la separación de la madre, graduando la distancia y los tiempos de tolerancia de la separación. Tanto en separaciones pasivas como activas.
  • Se graduaron los tiempos de separación desde 2 segundos hasta alcanzar los 30 minutos de la sesión.
  • Listado de conductas adecuadas con y sin la madre en sesión.
  • Se proporcionaron ayudas externas para favorecer la separación.

Después de tres meses de tratamiento los padres habían logrado reducir su preocupación e inseguridad antes los comportamientos de su hija y con ayuda de los registros de conducta que se utilizaron fueron evidentes los cambios en el comportamiento de su hija sobre todo en los casos que la conducta de María dependía de la reacción de sus padres.

A los 6 meses de tratamiento se realizó una nueva valoración con el Cuestionario de Ansiedad por Separación en la Infancia (CASI-T, González, et al.,2008) y mostró una mejoría en las tres sub escalas y se inició una fase de tratamiento dirigida a favorecer el desarrollo social de niña en contextos poco familiares.

Si tenéis interés en profundizar este es el enlace del artículo completo: Caso Clínico (Ansiedad por Separación)

Alicia Fdez.-Zúñiga Marcos de León

Psicóloga Clínica

Ana Cogolludo Núñez

Psicopedagoga

EQUIPO ILD PSICOLOGÍA

feb
14

PROTEGER EN SU JUSTA MEDIDA

A menudo se escucha decir “yo a su edad ya hacía…” acompañado de un comentario sobre lo excesivamente protegidos o consentidos que se tiene ahora a los niños. No faltan tampoco observaciones sobre las cosas que hacemos como padres que nuestros padres no hacían por nosotros.
Al margen de consideraciones personales basadas en la experiencia vital de cada uno, difícilmente extrapolables y no siempre adecuadas para todos los casos, existen unos rasgos objetivos que marcan la línea que separa a unos padres dedicados a sus hijos de unos padres sobreprotectores.
Podemos señalar 4 razones básicas por las cuales los padres sobreprotegen a sus hijos:

  • Los padres no saben identificar cuándo el niño está preparado para asumir nuevas responsabilidades. Esto se debe a que el desarrollo del niño es gradual y eso dificulta identificar ciertos cambios que permiten conocer el grado de madurez del niño.
  • Los padres no quieren dar autonomía a sus hijos para que sigan dependiendo de ellos. Las características de carácter y circunstancias vitales de los padres están en la base de este punto.
  • Comodidad. Es más sencillo realizar una tarea que el niño puede hacer, que dejar que la haga él. En la rutina hogareña se tiende a repetir los comportamientos que permiten un desarrollo fácil de la convivencia y los cambios pueden ser incómodos aunque sean pequeños.
  • Impaciencia. Con frecuencia es más sencillo hacer uno mismo una tarea que dejar que la haga el niño ya que por inexperiencia va a emplear más tiempo. Hay que aceptar que el niño va a necesitar un tiempo de aprendizaje y que las primeras veces que realiza una tarea no lo hará de manera perfecta.

Si has argumentado algunas de estas razones frecuentemente en los últimos meses, tenemos unos consejos que te ayudarán a no ser sobreprotector o sobreprotectora:

  • No hacer cosas por tu hijo que pueda hacer el mismo. Esta es la regla de Oro. Para saber si el niño está preparado para nuevas responsabilidades se debe estar atento a lo que otros niños de su edad hacen, la capacidad de tu hijo y lo que le piden en el colegio.
  • Favorecer la autonomía y la independencia. Hay que modificar las responsabilidades que se le exigen al niño a medida que se desarrolle.
  • Dejar que el niño realice por si mismo las tareas que se le piden. Esto contribuye a la adquisición de su autoestima ya que se le da el mensaje de que es capaz de hacer las nuevas tareas que se encomiendan.
  • No intentar solucionar todos sus problemas o evitar todos sus errores. Si el niño está contrariado por algo debe aprende a solucionar sus dificultades, lo cual le ayudará a ser responsable y a aceptar las consecuencias de sus errores.
  • Estimular a los niños a ayudar en las tareas de la casa aunque no sea muy eficaz.
  • Permitir que tome algunas decisiones que no afecten su salud y seguridad:

-La ropa que se pone
-La comida en alguna ocasiones y entre dos opciones
-El regalo de un amigo dentro de un presupuesto
-Más adelante podrá decir como decora su habitación.

EQUIPO ILD PSICOLOGÍA

sep
28

CUANDO EL PERFECCIONISMO NO ES LO PERFECTO

Al hablar perfeccionismo, nos referimos a la disposición a tratar todo aquello que no es perfecto como inaceptable. Las personas perfeccionistas se caracterizan por su tendencia a poseer altas expectativas, difíciles o, incluso, imposibles de cumplir. Se pueden tener estas altas expectativas para con uno mismo, pero también pueden darse en relación al rendimiento de los demás. Por eso, podemos decir que el perfeccionismo no sólo está asociado a otros problemas, como la ansiedad, la depresión o las conductas irascibles; sino que afecta a la calidad de las relaciones personales. Es más, estos estándares perfeccionistas pueden incidir negativamente en la autoestima de las personas que nos rodean.

La bibliografía dice que, para que se de esta personalidad perfeccionista, deben confluir factores biológicos y psicológicos:

• Influencia biológica (genética): La genética desempeña un papel importante en el desarrollo de los estilos de la personalidad, por eso, pese a las experiencias vividas, existen factores de protección o de vulnerabilidad que contribuyen a la aparición o no de hábitos perfeccionistas.

• Influencia psicológica (aprendizaje): Las experiencias negativas que vivimos también afectan en la aparición de las ideas perfeccionistas; según los castigos, refuerzos o recompensas que tengan nuestros actos, lo que observamos de otras personas o la información que recibamos por parte del contexto. En este sentido, resultan especialmente importantes las experiencias vividas en la etapa infantil, principalmente por parte de nuestros padres:

  • Estilo perfeccionista de los padres: Observar el comportamiento de nuestras personas más cercanas es una forma de aprendizaje que nos lleva a generar esos mismos hábitos en el futuro; en lo que entendemos como aprendizaje por imitación.
  • Altas expectativas parentales: Si los padres tienen unas altas expectativas a cerca de las capacidades de sus hijos, es posible que se sientan decepcionados en el caso de que éstos no consigan lo que se espera de ellos. Esto, a su vez, hará que los niños se frustren por no cumplir con las expectativas que sus padres tienen de ellos.
  • Excesivo criticismo parental: Si, además, los padres son críticos con sus hijos cuando éstos cometen errores, sentirán una mayor frustración y preocupación por su comportamiento. Se ha demostrado que el criticismo parental está asociado a la ansiedad social y la preocupación por una valoración negativa por parte de los demás.

Por tanto, los padres tienen cierto poder para evitar que sus hijos desarrollen comportamientos perfeccionistas, por lo que se pueden llevar a cabo algunas medidas para reducir estas experiencias negativas:

  • Se deben ajustar las expectativas a cerca de lo que creemos que el niño es capaz de hacer y lo que efectivamente puede hacer, y evitar las críticas cuando el niño no consiga los objetivos deseados por los adultos y
  • Es importante ser conscientes de las limitaciones del niño, pero también de sus puntos fuertes para reforzarlos y fomentar una autoestima positiva
  • Por último, no hay que olvidar que, muchas veces, los niños imitan conductas que observan en casa, por lo que controlar nuestro comportamiento puede evitar que se desarrollen hábitos perfeccionistas en el niño.

Nuria Malibrán Ángel

Psicóloga

EQUIPO ILD PSICOLOGÍA

sep
17

CÓMO ESTIMULAR EL LENGUAJE EN LOS NIÑOS

En nuestra entrada de blog anterior hicimos una breve descripción de los signos de alarma que debemos tener en cuenta para saber si un niño tiene retraso del lenguaje. En esta nueva entrada nos parecía importante dar unas pequeñas pautas que los padres pueden utilizar para mejorar el lenguaje de sus hijos.

Los padres son los que mejor pueden estimular el lenguaje del niño de una forma natural mientras se relacionan con él. Por ello, algunas de las pautas para favorecer el lenguaje de su hijo son las siguientes:

• Cuando el niño emite sonidos, escucharle, imitarle y darle tiempo para ver si lo repite. En ese caso, prestarle atención, sonreír y decir algo agradable o cariñoso, con el fin de que participe activamente en estos juegos y proponer sonidos nuevos con secuencias más largas cada vez y aparezcan, finalmente, las palabras.

• Tener en cuenta aquellas cosas que le gustan al niño, las que le resultan interesantes, divertidas, las que tienen que ver con personas o acontecimientos importantes para él (cumpleaños, fiestas, vacaciones, etc).

• A la hora de conversar, es necesario compartir aquello sobre lo que se está hablando; referirse a personas, juegos o acontecimientos que suceden en ese momento, son de su ambiente y a los que está prestando atención; ponerse a su altura y mirarle a los ojos, establecer turnos para hablar y mantener la atención el uno en el otro.

• Hablarle cuando está disfrutando de actividades que le gustan y/o dedicar 10-15 minutos diarios en aquellas que son de su interés (ej. cuentos); adaptar nuestro lenguaje al niño; emplear un tono agradable, despacio y claro, con frases entre 1 y 4 palabras; repetir frases con frecuencia; hacer pausas para delimitar el comienzo y final entre frases e ir aumentando progresivamente la longitud de las expresiones y el vocabulario.

• Para desarrollar su vocabulario, esperar a que el niño diga una palabra espontáneamente mientras juega o dibuja, sonreír y repetir lo que ha dicho. Si no dice nada, comentar algo relacionado con lo que está haciendo y esperar a que lo imite. También, se le puede preguntar para que diga la palabra, sin decírselo antes (ej. ¿Qué es eso?, ¿Qué hace?). Si no responde, le daremos el modelo.

• Cuando se equivoca, no corregirle. Es preferible ignorar y decirle a continuación la palabra correcta para que lo repita después.

• Evitar preguntarle insistentemente o hacerle repetir de forma forzada. Es mejor que su lenguaje sea espontáneo.

• Cuando ya habla, enseñarle los nombres de las cosas cotidianas; cantarle, hablarle y leer frecuentemente; aumentar sus experiencias y describirle las sensaciones nuevas; utilizar variedad de palabras para que oiga un vocabulario amplio y repetir constantemente las palabras; darle objetos para que los manipule mientras se los describimos de diferentes formas (ej. manzana: redonda, suave, roja, dulce, para comer, hacer zumos, etc), después presentar otra cosa y hacer comparaciones; clasificar las palabras en categorías (con 4 años) y enseñarle los contrarios.

• Cuando ya emite sus primeras frases, estimular la aparición de más palabras dentro de la oración; cuando diga algo de forma inmadura o incompleta, añadir la forma gramatical o el vocabulario apropiado, sin incluir nueva información; relacionar lo que dice con otros temas; ayudarle a conocer y expresar el presente, pasado y futuro inmediato mediante el uso de preguntas (ej. ¿qué has hecho esta mañana?, ¿Cuándo es el cumpleaños de tu amigo?).

Si después de estimular su lenguaje continúa teniendo dificultades y no evoluciona, es conveniente buscar ayuda, pudiendo acudir a clínicas especializadas en lenguaje y habla, centros psicológicos y logopédicos.

Cinthia Sánchez Pacha
Psicóloga
EQUIPO ILD PSICOLOGÍA

feb
9

8 CLAVES PARA DECIR NO A TUS HIJOS

Establecer límites a los hijos es una manera de demostrarles amor y preocupación por su bienestar. Son importantes para lograr que un niño tenga claro lo que puede hacer o no en cada situación, a que aprenda cómo realizar lo que desea de la manera más adecuada y a integrarse en la sociedad y comprender las normas que rigen el mundo en el que vive para favorecer su adaptación y adecuado desarrollo emocional y social. Para ello, algunos pasos a seguir son los siguientes:

SER FIRMES

Se debe aplicar el límite con firmeza, con una voz segura, sin gritos y una mirada seria (no amenazante).

SER CLAROS

Las normas marcadas no han de ser excesivas (dos o tres como mucho), deben ser claras y realmente necesarias para no convertirlas en ineficaces. Así, se informa a los hijos de lo que se espera de ellos y en qué momento.

DEBEN FORMULARSE DE MANERA POSITIVA

Se trata de informar al niño de lo que hay que hacer, no de lo que no hay que hacer. Los niños también necesitan límites positivos para ayudarles a controlar sus emociones (Ej: “Cuando te enfades intenta decirme cómo te sientes sin gritarme”).

DAR EXPLICACIONES BREVES Y AJUSTADAS A LA EDAD DEL NIÑO

Cuando se entiende el motivo de una regla y se explica el por qué, es más probable que los niños se sientan más animados a obedecerla. Asimismo, hace que desarrollen valores internos de conducta o una conciencia de la misma.

OFRECER ALTERNATIVAS

De esta forma, le enseñamos que sus deseos son aceptables pero debe aprender a esperar y saber cuando algo resulta apropiado (Ej: No te puedo dar un helado antes de la cena pero sí después).

DESAPROBAR LA CONDUCTA, NO AL NIÑO

Es importante dejar claro que nuestra desaprobación está relacionada con el comportamiento del niño y no con su persona. Hay que decírselo con claridad y centrarnos en lo que queremos que haga o deje de hacer, no en la actitud o en la valía del niño (Ej: en lugar de decir “eres malo”, le decimos “no muerdas”).

CONTROLAR LAS EMOCIONES

Lo que hay que limitar es la conducta, no los sentimientos que la acompañan para que no afecten el respeto y la autoestima del niño.

SER CONSISTENTES

Los límites deben cumplirse siempre que las circunstancias sean las mismas y si cambian, deberían ser revisados. De lo contrario, puede generar confusión en el niño por no saber realmente lo que se espera de él. Las rutinas y las reglas en la familia deben ser constantes día tras día, independientemente de que uno esté cansado o indispuesto.

Extraido del artículo: NORMAS Y LÍMITES. Aprender a decir ¡no!

Cinthia Sánchez Pacha
Psicóloga
EQUIPO ILD PSICOLOGÍA